mayo 24, 2005

posición escucha

Fumarme un cigarrillo. No sentada aquí, tal vez en un café al aire libre, sola, leyendo algo, o no, mirando, nada más, y me lo fumaría aqui mismo, pero la jeva que lee su monólogo, dizque al estilo Molly, se voltearía a verme mientras lo enciendo, hasta dejaría de leer por un buen rato en lo que todo se repone de nuevo, algodonada, 1, 2, 3, 4, la muchacha está concentradísima leyendo.
Para empeorarlo todo, me la jugaría más sucio todavía, hacer algo obsceno, me meto un dedo en la nariz, por ejemplo, y el profesor que me mira y hasta se ríe, hum, al principio, cuando todavía mi dedo luce cómico sumergiéndose, meneándose, en un hueco de esos, pero al ratito, como sigo y sigo, empujando y metiendo el dedo índice, mar adentro, más obstinado, entonces él y la gente del aula empieza a preocuparse. ¿Qué cosa le pasa a éta? y empiezan a esperar, como yo, a que salga el demonio, eso que me pertuba en la nariz, me pica en la garganta, en los oídos, huele a moco, pero como no brota nada, ni se nota, aviso fallido, todo el mundo otra vez en posición escucha, y yo con ganas de mear, y se me olvida el moco y el cigarro y el monólogo también, si voy a caer, si, si, y entonces la vejiga que tiembla, ganas de orinar y de reirme, y todo está tan cute, tan pasivo, tan lineal, todo sigue cubiertito de silencio, !ah! pero la jeva del monólogo, y los muchachos con los brazos cruzados en las mesas, y las mandíbulas tiesas, pensando y tomando notitas, la tipa no trajo copias de su monólogo, y yo quiero irme a Nueva Delhi, en un viaje de los de MTV, con las seis modelos que se fueron a la India, a conocer y a cumplir una serie de retos que les puso el canal, y había una japonesa que no sabía ni mierda de inglés, pero todas se subieron en el autobús, transporte turista, y yo ahí, caminando entre las calles, sentándome a cagar en un acera, a lado de un puesto de comida ambulante, y por eso el señor de la comida se mueve, aquerosa, y en Agra, me siento a ver a los fantasmas, y empiezo a saludar a todos los camellos en el desierto, limpiándome los dientes con una pañueleta que compro en un mercado, que tiene adornos, que es finita y suave, y aunque me gusta má que el diablo, en la noche la cojo de sábana, cansada, me tiro en un callejón cerca de un hombre sucio que le da de comer a un niño con la mano mojada, y yo mirándolo, con hambre, con ganas de acostarme a su lado, abriendo la boca y esperando, respira, aspira, el profesor dice que lo que la jeva leyó no es ningún monólogo interior.

1 Comments:

At 12:42 a.m., Anonymous Anónimo y entonces?

mmhhhhh. eso que leí me sonó muy familiar, tu sabes, como si hubiera estado ahí. esa posición de "realmenteestoyescuchandoyestámuyinteresante" la conozco bien. en fin, me gustó. breve y bueno, como mi comentario(por lo breve, digo). saludos.
Israel.

 

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