cenizas
esta ventana que soy
aquella casa que fui
todas las cenizas en mi espalda
como cabellos naciendo
sigo siendo muchos seres engordándose en mi costado
quedándose con todo lo que no puedo ver
soy pequeños bailarines en puntillas que van estornudando
sin poder verme a la cara
sigo siendo tantas cenizas pegadas a mi espalda
cómo duelen en la piel
son abejas negras
que se esparcen pariendo
gatos grises doliéndome
frente al espejo
viendo mi cuerpo desnudo
viéndome desde dentro
6 Comments:
Ariadna:
Tenía mucho que no leía un poema que me hiciera sentir tan indefensa, tran triste, tan casi nada...
Hermoso. Desde el primer verso hasta el último.
Me gusta esa dolor de tu poema y lo siento mío.
gracias, rosa, viniendo de ti me halaga mucho, mucho, y qué bueno que lo sientas tuyo!
La ventana que eres
La casa que fuiste
Las cenizas en tu espalda
Como cabellos naciendo
Esas imágenes que te retratan
Que te cubren desde dentro
Que te desnudan
Frente al espejo: el poema: tú…
wao, peregrino, otro poema!
Un poemazo!
"Todas la cenizas en mi espalda, como cabellos naciendo".
Entre esas cenizas se han perdido mis ojos.
Entre tus versos, no necesito ya "verme a la cara".
Ariadna, cada vez que leo este poema me llega más hondo, de verdad nació hermoso. Ciao. Daniela
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