mayo 31, 2005

otra coronita de flores

Tengo que presentar un relato de tres cuartillas en mi clase de creación literaria. ¿El tema? Hay un señor que era dueño de un fábrica y que se murió, entonces la escena debe desarrollarse en el velorio. El profesor le entregó a cada alumno un personaje que tiene que ver con el señor muerto, y cada uno de ellos está presente en el velorio. Yo soy una obrera de la fábrica, y ésta es mi tarea, apenas la leeré en clase hoy, apenas la terminé de hacer ahora.
¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que entierren al viejo ése? A mi no me pagan horas extras para estar aquí sentada mirando a la gente llorar, ¡Qué patético es todo esto! Me dan ganas de empezar a vender palomitas en pleno velorio, cocaleeecas, cocaleeecas, amigo, diez pesos le vale, diez pesos le cueeesta, voy a tener que tomármelo más en serio y ponerme a vender algo en el Zócalo después del trabajo, aguas de limón, pal calor ¡que mierda!, dos mil pesos al mes y muchísimas pendejadas que hay que aguantar en la fábrica ésa, yo debí nacer rica, cojones, mira que no soy tan mala persona, y si lo soy ¿qué? ¿Acaso la gente te lleva cuenta de los malos hábitos? Esas locuras ya no asustan, tantas vainas que tengo que ver en ésta vida, ¡ja! La señora llorando al marido, hay que ver que las mujeres llegamos a una ridiculez en extremo, con el billetote que le dejó el muerto asqueroso, que dizque lo extraña desde ahora, que no me joda la doña, que el marido bien cuernero que era, ¿estaba por aquí una de las amantes? Si si si, que la vi, pero ¡qué va!, ya se fue, la fatal, le dio resaca moral de seguro, ¡Ojala que a los muchachos no se le ocurra ir a saludar gente!, no tengo ganas de eso, esas frases condolientes me afectan los oídos, no sé que decir, además ¿Por qué diablos tenemos que estar aquí nosotros? ¿Uno qué culpa tiene? Nosotros nada más trabajamos pa’ él. No es justo, carajo, éste tipo se pasó la vida malpagándonos y ahora tengo que llorar por él, ¡ni de relajo!, y la Petrita, coño, por eso es que la clase obrera será siempre una cagada de perro, ni eso, que eso nadie lo pisa, no, no, no, ¿pero por qué llora? ¿Será que van a cerrar la fábrica? Nadie me ha dicho nada, pero si la cierran ¿qué? ¡Mejor! así me pagan mis chelitos que para algo sirven, el baboso de Pedro llamándome anoche, que bien me porté mandándolo al carajo, con las ganas que tenía de escupirle la cara ¿le escupí la cara? No, ombe, si ni siquiera fue a mi casa, el grajoso ése, pero le tranqué el teléfono al menos, ¡ay dios! Hay que ir a saludar a la gente esa, la mujer del viejo, en el fondo, debe estar feliz, la muy cabrona, mira que ponerle una coronita de flores de tan poquita finura, ¡qué barata debió salirle!, están bien feitas las flores, y ella, la pobre, parece que no durmió desde que el viejo cayó enfermo, hay que ver que la vida es ingrata, el viejo ése era malísimo, en toda la fabrica siempre lo escuché decir, que si salía con las muchachas, que si las hacía que se lo mamaran, que si no se qué, bueno, nunca se metió conmigo, eso no puedo decirlo, pero ¡ay de él si lo hubiera hecho! No soy una hijita de mami y papi, bastante trabajo que he pasado en este país de mierda, que dizque me iba a ir a mejor, pero aquí no le dan trabajo a nadie sin papeles, por suerte ya tengo los míos, por lo menos algo le debo al desgraciado éste, no sé, ¿por qué me da rabia que la gente tenga dinero? Sinceramente que la he tenido pesada desde que nací, en Sabaneta al menos conseguía leche de vaca en las mañanas, pero ¿y después? el día enterito sin ver a linda, y aquí, ¡je! Aquí ni eso, que si, que ya voy, Si, si, ya vamos a darles las condolencias a la señora, ¡coño! ¿Pero cuál es la necesidad de Petrita de estar saludando a la doña esa y sus hijos?, lo que tiene uno que tragarse, ¡Ay, señora, lo siento mucho! La acompaño en sus sentimientos ¿la acompañó en sus sentimientos? ¡Ja! Pero que idiota debí escucharme, ¿qué sentimientos? ¿En qué diablos la voy a acompañar? Lo siento, señorita… Señor, lo siento… Nada que ver con la señora ésa, allí está, ¡yo sabía que la había visto ahorita! Pero ¡qué poca vergüenza! Ahí sentadita, como si nada, la perra ésa, ¡uhm! Yo no creo que la doña la haya visto, sino la hubiese echado, aunque ésta gente rica prefiere comer muchísima mierda dizque por no pasar vergüenza, yo creo que por eso no tengo billete, la ahorcaría aquí mismo, ¿Viste a la amante, Petrita?.. ¿Qué me deje de bobadas? Allí está, mira tu izquierda, en el fondo del pasillito ése, ¿no te acuerdas que la vimos saliendo de la oficina del Don varias veces?, y hasta se iba arreglando el vestidito, como una cualquiera… Si, si eso te digo, que no tiene vergüenza, ¿Ella trabajaba en la fabrica, verdad?... ¿No?... ¡Ah, bueno! Uhm, claro que si, que me lo dijo Alfonso un día, que si, que ella llegó con su carita de mosquita muerta a trabajar hace muchísimo tiempo, trabajaba en las maquinarias, se hizo vieja allá, pero el muerto la paró, si, la puso de buenas, hasta parece toda una dama ahí sentada, y llorando, ¡ay, la pobre! ¿Llorando por qué o qué? ¿Un departamento? ¿Le dejó un departamento a la amante? ¡Mierda!... si, si, perdón, ¡ay! Petrita tu si tienes respetos por estas cosas, nadie me oyó, mijita, estate tranquila, y no jodas tanto… claro, mira a ver si nos vamos en un rato, ¿no?.. Ajá, pero yo tengo que irme a lavar la ropa de los muchachos… ‘perame ‘perame, ¡Son las doce del mediodía! Ya ‘ta bueno… ¡Ay! Como tu digas, nada más me avisas cuando ya sea tiempo, según tu y los otros… estoy hablando bajito, Petrita, que nadie me está oyendo, ¡deja de fastidiar, muchacha! Aparte de que tengo hambre, tengo que lavar, uhmm, ¿Habrá llegado Matilde a la casa?, si llegó que lave, ¡carajo! se quedó la sábana encima de la maquina de coser, apuesto que no lava nada la hija de la gran puta ésa, ¡Ah! Y los pantalones de Bonfílio, ¿dónde se quedaron? Es que ese muchacho ‘el diablo no deja la ropa en la canasta ni loco, ¡ay diosito! ¿Qué será lo que estoy pagando con esos muchachos? y Pedro nada de darme algo para ayudarme con la comida aunque sea, los hombres son unos cabrones todos, si, ombe, si, ¡ay, pero que hambre, sinceramente! Éste viejo no se murió de golpe, hace meses que dizque estaba agonizando y estos funerales como que están muy pobres, ni una picaderita ni nada, café, ¿quién diablo’ quiere café con éste calor? Un arrocito, un sancocho, ¡carajo!, en mi pueblo somos mas pobres y cuando se moría alguien ¡había que ver lo que se armaba!, hasta moro de habichuela, espagueti, jugo de naranja, e’ ma’ hasta té, como en casa de los millonarios, y aquí nada de nada, ¿Qué cuántos años tenía? Ay mijita yo no sé, ¿le pregunto a Alfonso? Ajá, espérame aquí que yo lo vi hace un ratito cerca de los otros muchachos, ¡mi madrecita santísima! Que malestar le ha caído a Petrita con la muerte del viejete ése, esto no tiene madre, y ¿cuál es la bondad? ¡Ay, Alfonso! ¿Dónde tu estás? Que ahora a Petrita le ha dao’ por saber los años del don, ¡ah! Alfonso, que Petra quiere saber cuántos años tenía el Don… ¿Sesenta y cinco?... Fíjate que no estaba tan viejo, yo le echaba más años, la verdad… Si, pero el Don se cuidaba mucho, si, ejercicio y todo eso, y mira, se veía viejo, bueno es que la gente blanca tiene ese defecto por lo menos, si, ajá, envejece más de pronto… ¿tu te sabes el nombre completo de él?.. ¡ah! Don Juan Carlos Gutiérrez yo sabía, nombre de rico Tu sabes, Alfonso, que uno siempre dice Don, y Don esto, y Don lo otro, y como la verdad, yo nunca lo vi antes, ni le conocía en persona, y mira qué cosa, que se murió el Don… ¿Y que pasará con la fabrica? ¿Tú crees que la vendan o algo así?.. Si, me imagino, los hijos hace mucho que están metidos en el negocio, a la señorita si la conocía yo, ella ha ido varias veces por la fábrica, a ella si la he visto, fíjate… ¿Y cuándo lo irán a enterrar? Porque dicen que la gente que se muere de esas cosas en el estómago hay que enterrarlas pronto, ¡que se arma un mal olor!... Ah, bueno, no, de aquí a la tarde no pasa nada, me imagino, si, es que en esos casos es mejor darles santa sepultura antes de que empiecen a desintegrarse por dentro… si, ¡ay, Jesús! ¡Qué cosa tan grande debe ser morirse!.. ¿Petrita? Por allí quedó, tiene un dolor esa muchacha, tu sabes que a ella se le murió el viejo hace poco, la pobre, seguro le da pena por la señorita… si, ahorita te veo entonces, ¿Vamos a ir al entierro?... Eso pensé yo, claro, eso es algo más familiar, ahorita nos vemos… éste se cree como que es muy allegado a la familia, ¡peón de mierda! Si se viera él mismo, compadeciendo tanto a los hijos del viejo, y ellos ni lo conocen bien, ni se acuerdan de su nombre, la gente se quiere tirar el peo más alto siempre, ¡ay, virgencita santa! ¡Qué hambre! Aquí hay tanta gente fina, tan blanca, se ve que no han pasado nunca trabajo en su vida, ¿cómo será eso? Tener todo el tiempo a alguien que te haga todo, yo creo que hasta contratan sirvientes para que le limpien el culo cuando cagan, seguro que no se quieren ensuciar las manos, hay que ver que la vida tiene vainas raras, no me sorprendería de que alguien les de la comida en la boca, hasta de eso son capaces, pero pueden ser todo lo fino que sean, pero como que no son prácticos, usando sombrerotes de esos a ésta hora, con éste maldito calor que hay aquí, la verdad es que por más rico que sean los muertos, los velorios siempre son parecidos, un paquete de gente atestándolo todo, sudando, aunque sea sudor de rico, el sudor hiede comoquiera, no hay forma, un cafecito, cojones, porque si no, me desmayo, aquí ni sillas suficientes hay, cuando me muera no quiero nada como esto, no señor, mis muchachitos no me van a velar ni media hora, que eso no sirve para nada, si la gente se muere, a la tierra hay que echarla, sin demasiada fanfarria, que ya se han muerto tantos seres, ombe, ¿qué tanta vaina es?, que todavía la gente se sorprende cuando el otro se muere, ¡uhm! Si la gente no se muriera el mundo estuviera como ésta funeraria, pero con grajo, de seguro, el mundo sería un grajo que se mueve, nada más, porque tanta gente junta lo que da es peste, por dondequiera, si lo sabré yo, que me crié como con catorce carajitos en casa de la vieja, ¡ay, mi Sabaneta, carajo! desde que pueda me voy para mi campo, tanto sacrificio para no poder mandarle ni un peso a mi vieja, la pobre, por ésa yo si lloro, carajo, tanta pobreza que uno tiene, tanta miseria, mis hijos, los pobres, ¿quién sabe que coño les espera? Si ni siquiera van a poder terminar la escuela, esos muchachos, tan brutitos los dos, la Matilde va a tener que dar el culo, cojones, como la maí, uno está condenado diosito, uno está jodido en esta vida, en éste hoyo de nadie, y aún así la gente viene a joder a uno con que se muere un viejo azaroso, ¿Qué me importa a mi, coño? Que se acabe de morir ahí acostado, que la gente viene a eso a éste mundo, o ¿no lo saben ustedes, pendejos? Tantos muchachitos que se mueren de hambre, casi todo el mundo muriéndose de hambre, y ésta gente aquí llorando, gastando lagrimas por un viejo que ya está pagao’, que se pasó de tiempo, que dejó a su familia sin problemas, con lujos, con comida, coño, y mi vieja sin un centavo, con setenta y tres años y jodiendo todavía, peinando calles de arriba abajo para echarse un pedacito de pan en la boca, uno solo, carajo, uno solito al día, y sin embargo se ríe, mi vieja, mi viejita, allá en Sabaneta, un día de éstos se me muere mi viejita y ningún periodista me va a preguntar nada, como a la doña y sus hijos, un día de estos se muere mi vieja y no sale en el periódico, ni pasa el camión, siquiera, anunciándolo, un día de éstos se me va lejos y nadie va a preguntar su nombre completo ni le van a mandar coronas de flores, nadie va a decir nada, lo sé. ¿Eh? ¿Ya, Petrita, nos vamos entonces?.. No, sniff, nada mijita, no me pasa nada, niña, sniff, que se murió el don y me da pena, la verdad, ¡ay si ombe! sniff, me da pena.

2 Comments:

At 7:51 p.m., Blogger Deidamia Galán y entonces?

Me parece increíble. Recuerdo que esta tarde me dijiste que andabas "bloqueada" y luego hayas parido semejante relato! Me encantó. Mucha creatividad y muy buen manejo de la pluma, amiga. Qué bien y que feliz me hace leerte, es muy inspirador.
Te admiro y quiero.

 
At 11:00 a.m., Blogger aashú y entonces?

Pues gracias, la verdad es como tú misma dices, estaba bloqueada, tenía flojera, al final, ni siquiera pude leerlo en clase ayer, me toca leerlo en la otra sesión, es que se hizo tarde, y eran muchos muchos relatos por leer. Asi que espero que me critiquen fuerte éste texto para arreglarle cosas, todavía tengo tiempo de arreglarlo.

 

Publicar un comentario

<< Home