julio 02, 2005

cortito

a franc o frank
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1 o 3
La jeva había llorado, tenía los ojos hinchados y llenos de ceniceros rojos, pero no le pregunté nada, quería llevarla conmigo, pero no le dije nada, casi me choca en una esquina de la zona, y cuando la vi, me empezó a temblar el lóbulo derecho de la cara, no pude decirle nada, lo recuerdo, y casi creo que la besé en la frente porque nos abrazamos, pero tampoco lo recuerdo, yo tenía la lengua pasmada por la coca, y quería acostarme, ya no quería mirar nada, pero quería preguntarle sí su tatuaje era el símbolo nazi, quería enseñarle los poemas de Anne Sexton, quería pedirle que me lo mamara de una vez, quería escribirle una carta erótica y leérsela desde un telefóno público, quería hablarle de Joyce y de Dylan, quería invitarla a Pedernales, pero le dije estoy bien, gracias, y me fui sin voltear a mirarla.

2 o 1
La noté a lo lejos porque era tarde y no había más personas caminando por la zona a esa hora, caminaba sola, yo había salido a comprar algo de café y estaba pensando en volver a la casa a revisar una tesis de una alumna, tenía que entregarla el lunes, era sábado, lo recuerdo, eran como las dos de la mañana de ése sábado, y ella iba caminando como si tuviera problemas para coordinar los pasos, parecía borracha, luego me di cuenta que además lloraba, me dieron ganas de huir cuando la vi llorar, no quería escuchar ningun drama esa noche, pero pensé que ella ya me había visto, le hubiese parecido un cobarde, y no me importó aún así, pero entonces ella se recostó en una pared, me pareció que podía caerse, me dio miedo, así que me acerqué y la saludé, le pregunté que sí le había sucedido algo, no tenía ganas de escucharla, pero le pregunté por cortesía nocturna, y ella, ahh, ella me abrió un hueco en las boca cuando no contestó nada, se aferró a mi como si me hubiese estado esperando, cursílisima, pero no podía hacer menos que abrazarla, me pareció ridicula la escena, sobretodo porque posiblemente me hubiese podido encontrar con algún amigo de la zona, yo abrazando a una carajita que lloraba con pose depresiva, y sin embargo me sentí dispuesto a sentirla llorar, porque además tenía un buen culo, así lo sentí cuando estuvo lo suficientemente cerca de mí, y uff, todo le latía como si se estuviese despedazando por dentro, por eso me quedé un buen rato abrazándola, ella entonces lloró con mas fuerza y todo empezó a mojarse cerca de mí, podía oler sus lagrimas, la sentí tan triste que pude haberle regalado un pañuelo blanco si lo hubiese tenido conmigo, y entonces me dieron ganas de llevarla adonde ella quisiera, pero me dijo que no iba a ninguna parte, dijo que sólo caminaba, y le dije entonces que caminaría con ella, y caminamos mucho, hasta que ella dejó de llorar y se fue, imagino que a su casa, tampoco importa.

3 o 1
La ultima vez que lo vi tenía los ojos hinchados. Yo caminaba por la zona colonial como a las doce de la noche, sola, creo que lloraba, pero no me acuerdo bien, el caso es que caminaba e iba sola, y si, lloraba, lo que no sé es por qué, y primero me encontré con un señor que siempre se sentaba en la cafetería frente al parque Colón, el señor me vió y me saludo, y como iba llorando, me preguntó lo habitual, no le dije nada, pero lo abracé y le llené la camisa de lagrimas y mocos, él no se molestó, que yo recuerde, le dieron ganas de acompañarme adonde yo iba, pero le dije que no iba a ninguna parte específica, que sólo caminaba, me acompañó entonces a caminar, y tampoco le decía nada, luego ya había dejado de llorar y ahí lo ví, por última vez. Estaba doblando la esquina de la cafetería, el señor detrás de mi, no no, a mi lado, creo, y pasó mucho tiempo antes de que terminara yo de doblar la esquina, todo estaba muy lento, y el señor a mi lado, casi nos chocamos con él, casi me tropiezo con él, pero todo como que se detuvo un momentito, porque recuerdo perfectamente su cuerpo doblando la esquina, el poco espacio que quedó entre nosotros, su cara, y así nos encontramos, pero él estaba en otro lugar muy lejos de ahí, así tenía los ojos y la cara, fue lo que le miré detenidamente, los ojos y la cara, no me reconoció, yo lo saludé, le pregunté cómo estaba, y me dijo que bien, pero le costó trabajo abrir la boca y decirlo, yo lo sentí tan extraño, pero lo conocía poco, así que tal vez estaba bien, no se dió cuenta que había llorado, de todas formas no se hubiera detenido a preguntarme nada, así que sólo le pregunté si estaba bien, y él me dijo sí, y siguió caminando, solo.

2 Comments:

At 10:41 a.m., Blogger Deidamia Galán y entonces?

wow... buenísimo...

 
At 1:59 p.m., Blogger Frank Báez y entonces?

si, ese soy yo , encendio una noche. tienes buena memoria . me acuerdo

 

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